En los últimos años, la industria del transporte global se ha puesto al día activamente con otras industrias digitalizando su función principal: asignar el flete de un cliente al transportista adecuado para el trabajo, algo que algunas empresas de logística en 2021 todavía realizan manualmente, utilizando hojas de cálculo y llamadas telefónicas.
Sin una comprensión completa de las redes digitales de carga, muchos veteranos de la industria temen que la revolución tecnológica que está ocurriendo dentro de la industria cambiaran los puestos de trabajo y el valor de las relaciones humanas.
Todavía existe un malentendido generalizado sobre las redes digitales de carga : cómo operan y se diferencian de los transportistas basados en activos y el modelo tradicional de corretaje de carga.
Ya sea digital, humano o alguna combinación, los transportistas necesitan intermediarios para ubicar la capacidad de su carga, un hecho que se hizo más obvio durante el año pasado con las interrupciones sin precedentes de la pandemia global COVID-19.
A través del aprendizaje automático, la red de carga digital evalúa automáticamente miles de millones de combinaciones de carga para hacer coincidir los envíos con los transportistas adecuados y consolidar los envíos, lo que brinda una mejor experiencia tanto para los transportistas como para los transportistas al abordar un gran problema de la industria con ineficiencia.
Reimaginando el status quo de la industria en materia de precios y aseguramiento de la capacidad.
Durante décadas, las RFP han sido la piedra angular del proceso de adquisición de fletes, sin embargo, tardan meses en completarse y cuestan millones en gastos generales operativos. Durante los aumentos repentinos de la demanda de COVID-19, los remitentes no podían confiar en esos contratos primarios y necesitaban opciones confiables de respaldo y localización. Si bien la mayoría de la carga de los cargadores está bajo contrato con los transportistas elegidos, cuando la demanda aumenta y / o la capacidad es escasa, los transportistas a menudo rechazan esas cargas contratadas a favor de tarifas más altas en el mercado al contado. Esto a menudo deja a los transportistas en una sacudida, lo que los obliga a luchar para asegurar la capacidad en el mercado al contado y pagar tarifas más altas. Más recientemente, las interrupciones causadas por la pandemia global COVID-19 hicieron que las tasas de rechazo de licitaciones aumentaran (en azul) a más del 26%.
Los remitentes también pueden aprovechar la información de datos de las redes digitales de carga, ya que acumulan una enorme cantidad de datos en millones de recolecciones y entregas. Al seleccionar informes de datos que brindan a los remitentes información útil, las redes digitales de carga pueden revelar qué está afectando la eficiencia y aumentando el costo en las cadenas de suministro de los remitentes. Los remitentes pueden aprender de las interrupciones pasadas e impulsar un futuro más inteligente y eficiente.
Históricamente, los transportistas se han inclinado hacia los transportistas basados en activos por su confiabilidad y consistencia de precios. Sin embargo, la industria ha operado como un juego de suma cero: cuando la capacidad es escasa, los transportistas tienen el poder de fijación de precios sobre los cargadores y, a medida que aumenta la capacidad, ese poder vuelve a los cargadores. Esta volatilidad constante dificulta a los transportistas asegurar capacidad y precios confiables.
Además, mantener relaciones con múltiples corredores era la única forma en que los transportistas obtenían visibilidad de las cargas disponibles. Pero esa visibilidad siempre fue limitada, sin importar cuántas relaciones con los corredores mantuviera un transportista. Pero las redes digitales de carga también alteran ese marco histórico al democratizar el acceso a toda la carga para todos los transportistas. A medida que más remitentes y transportistas se unen a la red, los algoritmos se vuelven más eficientes para conectar las cargas correctas a los transportistas correctos.
Una red de carga digital funciona de manera similar a las redes sociales en el sentido de que los beneficios aumentan a medida que se unen más partes. A medida que más remitentes se unen a la red, los transportistas obtienen más opciones de carga y experimentan menos millas vacías y tiempos de permanencia más cortos, lo que brinda a los transportistas la oportunidad de optimizar los ingresos. A medida que se unen más transportistas, la capacidad aumenta y los transportistas disfrutan de mejores niveles de servicio y menores costos.
Al automatizar el proceso de hacer coincidir las cargas con los camiones, las redes digitales de carga también reducen notablemente el costo de mano de obra y el tiempo que requieren esos esfuerzos manuales. Esta mayor eficiencia se traduce en precios más bajos para los remitentes y también ayuda a los transportistas a ganar más.
Encontrar una carga en una aplicación también nivela el campo de juego para las minorías subrepresentadas en la base de operadores — mujeres, personas de color y camioneros cuyo primer idioma no es el inglés — que pueden no tener las relaciones establecidas con los corredores y no siempre se han sentido cómodos negociar por teléfono para cada carga. Ahora pueden acceder a los envíos y ofertar por cargas a través de una aplicación sin tener que negociar con una persona.
No todas las redes digitales de transporte de mercancías adoptan el mismo enfoque para los mismos problemas de la industria. Mientras que algunos se centran en simplemente poner una cara digital (como una aplicación) en un proceso tradicional, otros han estado utilizando el aprendizaje automático para proporcionar precios dinámicos y capacidad garantizada, así como soluciones de sostenibilidad.
La automatización de la correspondencia de los envíos con los transportistas no solo beneficia a los remitentes y transportistas, sino también al medio ambiente. El transporte tiene un gran impacto ambiental: el 35% de todas las millas todavía se recorren en camiones vacíos. La agrupación de envíos y la identificación automática de oportunidades de backhaul para los transportistas reducen las millas vacías, lo que reduce las emisiones de carbono.